Sexto Coloquio «Caminos de la verdad»: «El realismo de la teología del cuerpo: un nuevo horizonte ante los desafíos antropológicos actuales»

Veritas Amoris Project

Del 6 al 8 de febrero de 2025, se celebró en Roma el VI Encuentro «Caminos de la Verdad», en el que participaron unos cincuenta estudiosos procedentes de más de diez países diferentes. Además de Italia, los participantes procedían de Alemania, Argentina, Austria, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Francia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumanía. El tema del coloquio fue: «El realismo de la teología del cuerpo: un nuevo horizonte frente al desafío antropológico».

En su intervención inaugural, el profesor José Granados, presidente del Veritas Amoris Project, señaló algunas críticas formuladas a la teología del cuerpo de Juan Pablo II. Por un lado, hay quienes sostienen que la teología del cuerpo propone un ideal demasiado elevado, lo que suscitaría expectativas que luego se verían inevitablemente defraudadas.

Otra crítica, esta vez de ámbito diferente, considera que la teología del cuerpo atribuye demasiado valor a la sexualidad y a su ejercicio, y otorga demasiada importancia al amor entendido como sentimiento subjetivo que se contrapondría a la objetividad propia del matrimonio.

Las respuestas más detalladas a estas objeciones se reservaron para las intervenciones individuales del coloquio, mientras que Granados abrió algunas vías señalando que Juan Pablo II no se acercó a la subjetividad partiendo del aislamiento del sujeto autónomo moderno, sino comenzando por la experiencia del amor que lleva al ser humano más allá de sí mismo. El amor implica un encuentro con el mundo, con los demás y con Dios. Se trata, por tanto, de una experiencia relacional.

Granados subrayó a continuación que, en su opinión, la concepción del cuerpo de San Juan Pablo II es adecuada para superar las contraposiciones modernas entre el progresismo y una visión arcaica de la fe. Para el filósofo alemán Robert Spaemann, las tendencias opuestas del progresismo y el reaccionarismo nacen de la misma causa: el olvido de la lógica del cuerpo vivo, donde lo objetivo y lo subjetivo, el pasado y el futuro se unifican en el mismo dinamismo. Cuando olvidamos el cuerpo vivo, nos encontramos con un pasado sin dinamismo y un futuro sin raíces.

En este sentido, el objetivo del coloquio era profundizar en la teoría del cuerpo elaborada por San Juan Pablo II y atrayendo de su riqueza para hacerla hablar a nuestro tiempo. Granados considera que el momento histórico actual se caracteriza, de hecho, por una nueva pregunta: ¿qué es lo humano? En su opinión, la teología del cuerpo puede ayudarnos a afrontar precisamente este nuevo desafío antropológico. Según San Juan Pablo II, la teología del cuerpo está íntimamente ligada a una antropología adecuada que parte de la totalidad de las experiencias relacionales del ser humano.

A continuación, Granados señaló cuáles, en su opinión, son los tres principales desafíos antropológicos de nuestro tiempo: una crisis del contexto cultural, una crisis generativa y una crisis disolutiva de lo humano entre la máquina y el animal. En los tres casos, el cuerpo desempeña un papel crucial.

La crisis del contexto cultural conlleva un desafío relacional, es decir, un debilitamiento de las relaciones, empezando por las familiares. El cuerpo ya no es el lugar donde se fundamentan estas relaciones. Según Granados, un reflejo de estos cambios es lo que Olivier Roy ha denominado la desaparición de la cultura y el imperio de las normas. Como sostiene Roy, ya no existen contextos humanos que permitan la comunicación y, en consecuencia, es necesaria la imposición de normas y procedimientos que gobiernen todo. La pérdida del tejido corporal y sacramental, es decir, del contexto cultural, obliga a establecer normas que, en última instancia, resultan intolerables y requieren excepciones. Para hacer frente a esta situación, será necesario volver al cuerpo entendido como cuerpo creado y cuerpo sacramental, es decir, el cuerpo como contexto original que permite desarrollar una cultura.

El segundo desafío es generativo y, por lo tanto, implica una crisis de futuro. Granados se refiere a Benedicto XVI, quien afirma que el dilema de nuestro tiempo es entre la pretensión de autogenerarse y la aceptación de ser generados. El presidente del Veritas Amoris Project propone una reformulación. Con la actual crisis de natalidad, la elección fundamental es entre autogenerarse y aceptar generar a otros. Aceptar ser generado es una condición necesaria para poder generar a otros, mientras que autogenerarse significa precisamente no generar a otras personas. El realismo de la teología del cuerpo es, en definitiva, un realismo generativo, un realismo de sobreabundancia y, por ello, también un realismo del signo. Lo que está presente en el cuerpo creador está también presente en el cuerpo eucarístico, que define precisamente a la Iglesia y le confiere su dinamismo.

El tercer desafío al que se refería Granados es el de la disolución de lo humano. No se niega la libertad, la inteligencia o las capacidades específicas del ser humano, pero todas estas cosas se disuelven igualmente. Hoy en día, la inteligencia también se atribuye a las máquinas. La libertad se disuelve en el laberinto de los metaversos. La dignidad humana se vacía de significado, ya que ahora también se atribuye a los animales. Granados considera, por tanto, esencial abordar la cuestión de lo humano en relación con el lenguaje corporal, entendido como lugar de unidad entre lo interno y lo externo, entre lo espiritual y lo material. Lo que distingue al ser humano de los animales y las máquinas es la forma en que se vive el cuerpo. La inteligencia y la libertad del ser humano son inteligencia y libertad en el cuerpo, en la carne.

Según Granados, el coloquio, al abordar el realismo de la teología del cuerpo, pretendía demostrar su idoneidad para responder a estos retos. Su realismo es, de hecho, el realismo del signo, entendido como signo sacramental. Se trata de un realismo que nos abre a la realidad de las relaciones, la generación y la identidad humana, abordando así la crisis del contexto cultural, la crisis generativa y la crisis disolutiva de lo humano.

Haga clic en una imagen para verla a pantalla completa y abrir la galería de fotos.

Comparte este artículo

Veritas Amoris Project

Quienes somos

El Veritas Amoris Project se centra en la verdad del amor como clave para comprender el misterio de Dios, de la persona humana y del mundo, proponiéndola como perspectiva que proporciona un enfoque pastoral integral y fecundo.

Más artículos

Go to Top