• El amor como promesa, comprendido de forma también cognoscitiva es en verdad la luz fundamental de la acción cristiana. Por su valor de movimiento es entonces un verdadero caminar, la luz de la fe es respecto de un amor que ha de configurar toda la vida del hombre. La correlación entre el don y la promesa da unidad al tiempo de la vida del hombre y configura ese camino de amor del que hemos hablado. La narratividad cristiana tiene entonces un sentido sacramental inherente en el que el hombre recibe el don de Dios en la configuración de una vida completa.