El vuelo del águila – En memoria de Stanisław Grygiel, maestro, padre y amigo
Me resulta inolvidable aquella primera conferencia suya en el Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, cuando nos ilustró la originalidad del modo oriental de pensar frente a los claros y nítidos silogismos del razonamiento de Occidente. Quien era entonces un joven profesor de Cracovia propuso la metáfora del vuelo de un águila, que traza círculos concéntricos en el cielo cada vez más cercanos a su presa, círculos que le permiten verla desde puntos de vista continuamente nuevos. El conocimiento de la vida no puede consistir en una definición de conceptos que pretenden abarcar un objeto - dijo - sino en una relación personal de comunión. La verdad es un acontecimiento que sucede y sorprende, que no se repite nunca de igual manera, sino en el que se ahonda siempre, y por eso exige la disponibilidad para una peregrinación continua, la humildad de una búsqueda orante y la apertura a la comunión con los demás.